La figura del jugador brasileño Neymar ha venido de más a menos en los años recientes de su carrera, vislumbrado como el nuevo buque insignia del “jogo bonito”, a pasar a ser un jugador “prescindible” para su equipo, mismo que parece ya estar cansado y se cuestiona aún más si hicieron bien en pagar una estratosférica cantidad por su ficha.
Sus constantes lesiones, irregular nivel, situaciones extradeportivas y no estar a la altura de lo que el PSG espera por él, han sido el combo perfecto para ser señalado de no ser el refuerzo que se esperaba, pese a que el propio jugador, deseaba tener un proyecto en donde él sea el protagonista, algo que ha estado lejos de cumplir y menos al estar rodeado de jugadores de la talla de Mbappe o Messi, que han hecho mayores méritos que el brasileño.
La promesa brasileña
Era el 2009, el Santos de Brasil tenía entre sus filas a un joven talentoso con cualidades que figuraban en los futbolistas brasileños que habían marcado una época y hacer predominar un estilo único y vistoso en el mundo: “el jogo bonito”, que desde el extinto “Pelé”, hasta Ronaldinho Gaucho, habían maravillado al mundo entero.
Este joven Neymar empezaba a demostrarle al mundo que apuntaba a ser el heredero de dicho tramo; en aquella época, el fútbol brasileño pasaba por una transformación profunda, luego del gran momento a comienzos de este siglo con el campeonato del mundo ganado en 2002 y algunas copas américa y copa confederaciones en los siguientes años, jugadores de la talla de Ronaldinho o Kaká, no tenían precisamente su mejor momento, pese a ser figuras importantes.
Ya sin refrentes como Ronaldo Nazario, Rivaldo, Roberto Carlos, Cafú, por citar algunos, Brasil necesitaba una emergente figura que cargara consigo la esperanza del pueblo más futbolero del orbe; allí se asomaba la figura de Neymar Da Silva Jr, este muchacho que en el campeonato brasileño y Copa Libertadores, ya daba de qué hablar, por lo que la esperanza en la nueva camada recaía e su emergente figura.
Salto a Europa
Después de mostrar sus condiciones y maravillar a un continente, era el momento idóneo de poner a prueba dicho talento y el viejo continente tocaba la puerta de Neymar; el club al que Neymar elegiría para forjar su futuro europeo, sería el Barcelona, que contaba entre sus filas con el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, y con el que tendría sus mejores momentos en su trayectoria.
Volviendo un poco en retrospectiva, en el 2009 cuando Neymar apenas empezaba a figurar con el Santos, Barcelona vivía uno de sus mejores momentos como equipo en su historia, dominando España y Europa, la histórica campaña blaugrana sucedía a la par del inicio de Neymar y su carrera, como si de coincidencias se tratara.
El siguiente paso estaba dado, Cataluña albergaría a la gran joya sudamericana, la expectativa de verlo jugar junto a Messi era mucha; prensa y aficionados se frotaban las manos de ver a Neymar con la elástica culé y no terminó por defraudar.
Arropado por un equipo consistente y ganador, Neymar se acopló como pocos en su primera temporada en Europa, brindando parajes de su talento y categoría, formando una dupla más que interesante con Leo Messi, de quien aprendió desde el primer día y estaba destinado a ser su heredero, tal como lo fue el propio Messi de Ronaldinho, y éste a su vez de Rivaldo, y más atrás de Romario, sí, todos ellos brasileños, así que “Ney”, estaba en el camino adecuado.
A Messi y Neymar se les unió Luis Suárez, el resto es historia; 363 goles y haberlo ganado todo, esto dejó el que quizá sea el mejor tridente ofensivo de todos los tiempos, los títulos y estadísticas hablaban por sí solos; la buena sintonía se mantenía tanto dentro como fuera del campo, los 3 amigos parecían entenderse a la perfección, y durante este tiempo, Neymar ha mostrado su mejor versión como futbolista, pero en su selección, también tuvo su momento de gloria.
La redención con Brasil
El mundial de Brasil 2014 era la ocasión más que perfecta para que la Verdeamarella volviera a lo más alto del fútbol mundial, teniendo el mundial en casa y a la perla brasileña Neymar en su primer gran torneo con Brasil, la expectativa no podía ser menor.
El comienzo del mundial para Neymar pintaba acorde a lo esperado, siendo goleador y figura en los primeros partidos con los suyos, hasta que la mala suerte (o buena por lo que pasó después) le cobró factura; era el tiempo extra en los cuartos de final, Brasil y Colombia jugando al límite, en una jugada disputándose el balón Neymar buscaba el esférico, al igual que Camilo Zúñiga, jugador cafetalero, y para mala fortuna del 10 brasileño, un golpe en la espalda lo imposibilitó de seguir.
Esa lesión lo marginó del que podría ser, el peor partido en la historia del fútbol brasileño y una de las grandes humillaciones en la historia; aquel 1-7 de Alemania caló hondo en el pueblo brasileño, y el propio Neymar vivió con desesperación aquel horripilante encuentro, donde no sólo privaban a su selección de jugar una obligada final, sino la forma en que lo hicieron, quedó para la historia.
Aunque como en la vida, el fútbol da revanchas, con los Juegos Olímpicos de Río 2016 a la vista, Neymar y compañía cumplirían en el pronóstico, y se terminarían llevando el oro olímpico en fútbol varonil, único galardón que le hacía falta al fútbol brasileño, y fue el propio Neymar el encargado de anotar el penal del triunfo, entrando así ya en la historia brasileña, y volviéndolo a poner, como el nuevo astro que marcaría época.
Era feliz… ¿y lo sabía?
Luego de un tiempo de brillar en Barcelona y con su selección, todo pintaba de maravilla para el crack brasileño, ganando títulos a nivel colectivo e individual, incluso siendo nominado al balón de oro que reconoce al mejor jugador del momento, pero todo esto no convencía mucho a Neymar.
El hambre de triunfo y de querer acaparar toda la atención, hizo que tanto él como su círculo cercano, buscaran la forma de cambiar de aires, a pesar de estar cómodo y querido en Barcelona, donde lo tenía todo.
El anuncio de su salida de Barcelona en 2017, hacia que el “benjamín” por excelencia del fútbol europeo como es el PSG, se lo llevara a cambio de 222 millones de euros (siendo hasta ahora la transferencia más cara en la historia del fútbol), un efecto de revolución como pocas veces se ha visto; sumado a Neymar, el equipo parisino, fichó a la gran perla nacional, el francés Kylian Mbappe, con la firme intención de hacer una dupla de ensueño.
En las primeras temporadas, se mostraba con zozobra el talento de Neymar en tierras galas, pero también las lesiones y situaciones extra cancha empezaban a brotar, eclipsando de cierta manera sus actuaciones en la cancha.
Aunado a que el PSG, si bien dominaba sin tanto problema el fútbol francés, la gran consigna que es ganar la Champions League, seguía lejos de la Torre Eiffel, pese a que Neymar y Mbappe comandaban al equipo repleto de estrellas y fuerte inversión proveniente de Qatar, por lo que la paciencia se empezó a acabar poco a poco entre aficionados y prensa deportiva.
A Neymar se le tachaba de ser un jugador que le gusta demasiado el foco mediático, el cuidarse poco por ser propenso a lesionarse y estar inmiscuido en escándalos, hizo que su aporte deportivo fuera entre baches, pues siendo honestos, Neymar llegaba a Francia para ser el gran líder de este equipo y conseguir dominar Europa y el mundo, y en todo este tiempo, ha quedado muy lejos de dicha expectativa.
El PSG con o sin Neymar, podría seguir dominando el fútbol local, ganar las copas, ligas etc, por ello su verdadero papel a fungir ha quedado lejos de haberlo cumplido; lo más cerca que estuvo del gran objetivo, fue la final que disputó en 2020 ante Bayern Munich, final que perderían 1-0 y Neymar pasó desapercidbido. Y ni qué decir cuando ha sido totalmente eclipsado en su propio equipo por el rey del fútbol como Lionel Messi, y por su sucesor en el trono mundial Kylian Mbappe.
Es por esto que algunas preguntas surgen con toda esta situación, ¿Estaba realmente preparado Neymar para comandar un proyecto ganador él solo? ¿Fue buena idea dejar Barcelona donde era feliz y tenía todo encaminado? ¿sigue teniendo la misma hambre e interés de seguir haciendo historia? ¿Qué pensará el PSG tras ver como su “fichaje estrella” ha resultado en un fichaje “estrellado”?
Actualmente Neymar se encuentra lesionado, y se asoma el mercado de fichajes de verano, donde su nombre ha sonado en los años recientes, mantiene cartel, pero ya no como el de antes, de esos casos donde pintaba para marcar una época y parece, se ha conformado con ser un destello como muchos más, Neymar ha dejado escapar la posibilidad de sentarse en la mesa de los grandes del mundo, y ser el heredero del “jogo bonito” donde Ronaldinho a pesar de los años, sigue siendo el último grande de su estirpe brasileña, es allí, donde Ney le tuvo miedo al éxito y nos quedaremos con la pregunta del qué hubiera sido.
(Fotos Twitter).
Periodista deportivo 24/7, gustoso del buen fútbol y y carreras de autos, charla de todo un poco