Una batalla épica se dará el sábado 14 de septiembre en La Vegas, Nevada. La ciudad estadounidense que se expandió gracias a las apuestas legales, es, desde hace décadas, una referencia para celebración de eventos de combate. Casi todas las estrellas del boxeo contemporáneo han combatido en eventos de alto perfil en esa localidad. Ahora, Ultimate Figthing Championship (UFC) deberá lidiar con una función encabezada por Saúl “Canelo” Álvarez.
Un poco de historia ayuda a entender esta inusual programación. Hace un año, “Canelo” peleó a finales de septiembre –y derrotó por decisión unánime a Jermell Charlo-. Por otro lado, Alexa Grasso tuvo una dramática defensa del campeonato peso mosca UFC el 16 de septiembre al empatar contra una de las mejores peladoras de la historia: Valentina Shevchenko. Las empresas deportivas de Estados Unidos son especialistas en la programación. Deporte del alto nivel todo el año para que la gente consuma los eventos sin tener que estar al pendiente de otro producto atractivo. La Serie Mundial, finales del baloncesto y el Super Bowl ya tiene un área de actividad establecida con meses –incluso años-.
Grandes medios de comunicación van a los puntos habituales; pocos dan un cambio o análisis más a detalle. El negocio del pago por evento generó un área de oportunidad para empresas sagaces que obtuvieron ganancias multimillonarias. El desarrollo tecnológico cambió el entorno: es raro que un evento supere el millón de compras en Estados Unidos. Tiene años que, para el caso de México, las peleas de Saúl Álvarez se transmiten en televisión abierta gracias a importantes gastos de TV Azteca y Televisa.
Las plataformas digitales van por un público reducido que acepta hacer un gasto específico por contenido. Temas de números: en televisión abierta te observan millones de personas pero no invierten en la empresa transmisora. Una fracción se suscribe a una plataforma pero representan un pago que se divide entre la empresa de streaming y la liga deportiva donde se genere el espectáculo. Sin prestar atención al tema de piratería y restricciones por cuestiones geográficas; es una explicación a grandes rasgos para entender la forma de operación.
UFC llegará, por primera ocasión, a la imponente The Sphere (La Esfera). Inmueble circular con una pantalla que cubre el sitio por fuera. Evento temático para la gente mexicana por la celebración de la independencia pero patrocinado por una compañía árabe –algo difícil de entender pero comprensible por cuestiones monetarias-. Dos peleas de campeonato. Sean O´Malley contra Merab Dvalishvili en división de peso gallo y Alexa contra Valentina en peso mosca para completar una trilogía con elementos de clásico. Se unen al evento combatientes con sangre latina: Brian Ortega, Diego Lopes, Daniel Zellhuber., Ronaldo Rodríguez –representando a Coatzacoalcos- y Yazmín Jauregui por mencionar a parte del elenco.
Está de más hablar de lo que implica “Canelo” como boxeador. Un salón de la fama garantizado, campeón en múltiples divisiones y, quizá, el activo más valioso del boxeo profesional que se mantiene vigente. Edgar Berlanga tendrá la mayor oportunidad de su carrera al retar al mexicano por sus campeonatos de la división supermediano. El combate ocurrirá en lo que Álvarez denomina “su casa”, el T-Mobile Arena. Unas cuantas calles separan a este lugar de The Sphere.
México tuvo su mejor momento en UFC con los campeonatos en simultáneo de Brando Moreno, Yair “Pantera” Rodríguez y Grasso.
Las artes marciales mixtas en territorio mexicano aún no llegan a competirle, en temas de audiencia y tradición, al boxeo. Noche UFC estará en televisión de paga mientras que los televisores mexicanos tendrán un contenido casi único con la actividad de un desconocido Berlanga ante el mítico “Canelo”. El negocio lo tienen garantizado el pugilismo. UFC ha menospreciado el mercado azteca. Noche UFC servirá de argumento.
(Foto: X).
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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