Perro Aguayo es un personaje distinguido en la historia de la lucha libre mexicana. Pedro Aguayo Damián obtuvo su nombre de combate por la forma aguerrida en que combatía. Cuauhtémoc “Diablo” Velasco se encargó de entrenar a un chico temperamental que debió trabajar desde sus primeros años para salir adelante en un entorno de pobreza. La dedicación al gimnasio y una conexión particular con el público lo hizo estrella como independiente, en la Empresa Mexicana de Lucha Libre y Triple A.
En temas deportivos, usualmente se habla que la imagen más reciente de un atleta o equipo en competencia es lo que sirve como referencia. La trágica noche en que el Hijo del Perro Aguayo perdió la vida durante una función en Tijuana derivó en una reacción mediática que quitó espacio, al menos en la opinión pública, de una de las trayectorias más sobresalientes del pancracio mexicano. “A partir de ese día, mi padre murió poco a poco” dice una de las hijas del luchador. En 2021 se estrenó un documental dedicado al legado del hombre que era conocido por el material de sus botas de combate: “Un México Perro” (Rafael Aparicio/Andrés Klimek).
El documental inicia con una recreación de la zona humilde de Nochistlán, Zacatecas donde vivió Aguayo. Una estatua con la imagen del gladiador está colocada en el municipio para conmemorar su nacimiento. Esto es el punto de partida para que amigos, familiares, rivales, periodistas, actores y aficionados den testimonios para explicar la trascendencia que tuvo el Perro Aguayo durante su vida. No se usan palabras del protagonista, se deja el espacio para que alguien más hable. Esta dinámica se usó antes en un documental dedicado a Muhammad Ali: “Facing Ali” (Pete McCormack, 2009).
La cámara enfoca a cada entrevistado y, antes de hablar, se les pide que comenten como si estuvieran cara a cara con Pedro. Esto origina un elemento de calidez durante el diálogo. “El Japonés” sonríe con nostalgia al recordar cuando jugaba futbol o vendía dulces junto a Pedro, su mejor amigo. Canek cuenta una anécdota de cómo consiguieron unos sacos personalizados durante un viaje a Japón. Jesús Reyes –Máscara Año 2000- menciona las batallas sangrientas con que llenaron arenas de México y el extranjero.
El largometraje tiene un par de momentos estremecedores. Gran Hamada, rival clásico y amigo cercano en la intimidad, llora cuando le piden que diga unas palabras al hombre que falleció en 2019. La familia Aguayo Damián habla de la manera en que se vivieron el fallecimiento del Hijo del Perro Aguayo. Un accidente acorde a la peligrosidad que implica el subirse al cuadrilátero para satisfacer a la gente que pagó una entrada para presenciar un espectáculo. El listado de luchadores que salen en pantalla es amplio: Sangre Chicana, Cibernético, Carístico –hoy Místico una vez más-, Villano IV, Konnan, Cien Caras, Dr Karonte, L.A. Park entre otros.
Da la impresión que temas de producción y derechos de autor impidieron usar elementos de archivo. Ver revistas, carteles o periódicos de los mejores años del luchador le darían realce al material. Lo mismo ocurre con algunas imágenes de la etapa final de su carrera cuando la televisión apostó por la lucha libre como estrategia de raiting. Se usan crestomatías que no son suficientes. Estas son las deficiencias del producto.
La época actual permite encontrar algunos combates en línea, de forma gratuita, que muestran el dominio del cuadrilátero en distintas épocas. A manera de sugerencia, está un mano a mano contra el Hijo del Santo en el Toreo de Cuatro Caminos; Konnan máscara contra cabellera y ante Gran Hamada en Japón. Récord +, en su canal de Dailymotion, tiene disponible el documental gratis. No importa si suena “La marcha de Zacatecas” o “Perros”; las noches de adrenalina y gente emocionada en una arena no se olvidan.
(Foto: X)
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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