Noche de combate estelar en la Arena México. La gente se apresura para presenciar uno de los enfrentamientos de boxeo más esperados del año. La acción ocurre en el Distrito Federal de la década de los cincuenta. Decenas de jóvenes apoyan al retador del campeonato nacional de peso wélter: Ray Corona (Alfonso Mejía). Luis Aguilar, personaje destacado en la cinematografía mexicana, tiene una breve aparición en pantalla como cantante de música ranchera donde habla de un gallo bueno para la pelea.
En el lobby de la arena –que se mantiene como en ese periodo- vemos a personajes variados. Un par de amigos que, producto de la embriaguez, hacen apuestas sobre el resultado de la estelar. Los revendores no tienen problemas para negociar con gente que acepta el sobreprecio. Carmen (Ariadne Welter) busca con urgencia hablar con el campeón y protagonista del evento principal: Kid Relámpago (Joaquín Cordero).
Paco Malgesto, locutor estrella de la época, se interpreta a sí mismo. Acude a vestidores para tener las impresiones de cada boxeador. Relámpago se muestra confiado en vencer a un joven que todavía necesita mejorar varias cosas antes de ser una estrella del pugilismo. Primer contratiempo del día: un médico le dice que presenta un problema cardiaco y no debe subir al cuadrilátero. Kid, desesperado por el aviso, noquea al médico para que no reporte la situación.
Inicia el primer asalto de la contienda por el título nacional de peso wélter. Intercambio parejo sin que veamos a un claro dominador. Carmen, finalmente, logra dar su mensaje a Relámpago. Ray Corona es el hijo que ambos procrearon años atrás. Padre contra hijo en la arena principal del país suena a una adaptación de tragedia griega con tintes mexicanos. Todo lo narrado es el comienzo de la película El Boxeador (Gilberto Gazcón, 1958).
La historia se narra desde la perspectiva de Relámpago, Carmen y el entrenador del campeón. Mientras, la contienda por el cinturón se hace dramática para el espectador que conoce el trasfondo de los combatientes. El exceso de drama refleja parte de los gustos de la audiencia mexicana. El director, que también desarrolló el guion junto a Fernando Méndez, logra una historia atractiva y bien narrada en noventa minutos de duración. Como un spoiler diluido, el final es tan impactante como el comienzo del largometraje. Un clásico del cine mexicano que ocasiona empatía en los fanáticos al boxeo. La versión remasterizada de la película está disponible en Claro Video.
(Foto: Internet).
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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