Noche diferente a lo usual en el Salón D´Angelo. Las bodas y celebraciones de quince años se hicieron a un lado para ceder el espacio a un evento de boxeo nombrado “Alianza Boxística”. Mezcla musical con éxitos del pasado ayudó a generar un ambiente de expectativa; se agradeció la omisión de reguetón y corridos tumbados. Público variado para que el sitio se llenara: adultos mayores, familias e incluso un par de chicas extranjeras asistieron para disfrutar de boxeo profesional y amateur la noche del sábado 18 de noviembre.
La cartelera inició con peleas amateur regidas por las pautas del estilo olímpico. Confrontaciones con una duración de tres asaltos. En caso de un golpe contundente, se considera como caída. El referí y los jueces pueden marcar una detención en el caso anterior. Lizbeth Granillo aprovechó el tener una extensión superior a la de su rival -Irai Nallely-, esto la hizo salir con la mano en alto por decisión. José García logró ganar por detención gracias a una potente combinación en contra de Emilio Martínez.
Carlos Buendía perdió por decisión ante Gerardo Estévez. Se dio un triunfo por ausencia debido a que uno de los participantes no llegó al compromiso. Diana Navarro y Brenda Nallely, en su pelea de peso welter, cerraron la actividad amateur. Navarro tuvo el apoyo de una porra extensa. Su pasión por el boxeo es tal que en su cuerpo luce un tatuaje referente a la actividad de combate. Boni Salas, manager de Nallely, observó como su protegida fue superada por la potencia y velocidad de Navarro. Brenda sangró de la nariz y esto bastó para que se detuviera la pelea. Diana Navarro sumó un triunfo más a su récord.
Miguel Téllez se encargó de ser el referí en la primera pelea profesional. Juan Carlos Tehuintle y Horacio Hernández chocaron en la categoría de peso supergallo. Pelea emocionante donde el primer round fue para Juan Carlos y el segundo para Horacio. Tehuintle salió a proponer y su rival lo resintió. La decisión dividida favoreció a Juan Carlos. Este criterio generó crítica de los presentes quienes vieron ganar a Tehuintle por decisión unánime. Incluso uno de los jueces marcó una tarjeta final de 38-38.
El viaje desde el puerto de Veracruz no fue en vano para Moisés Velázquez. Una buena defensa y boxeo inteligente hizo que ganara por decisión dividida -que también generó duda- a Rolando Rodríguez en la división de peso supergallo. Un atuendo llamativo (sombrero vaquero y calzoncillo con la bandera de Estados Unidos) fue el preámbulo idóneo de la victoria que consiguió Leónides Ramos ante José Manuel de la Cruz. Combinaciones efectivas, velocidad y esquivar golpes hicieron que Ramos se ganara la distinción al boxeador con mejor desempeño del día. De la Cruz no logró hacer daño significativo. Con la porra de ¡Puro Tecamachalco!, Leónides salió victorioso en una pelea de peso mosca.
La revancha entre Alfonso “Coyote” Xalamihua y Luis “Mamba” Yepes resultó dominada por este último. Tras un empate polémico acontecido en el mes de marzo, Yepes estudió a su rival y logró controlarlo durante cuatro episodios. Alfonso sangró de un oído e hizo pensar en una detención. Aunque logró terminar la pelea, el pundonor del “Coyote” no bastó para impedir la decisión unánime en su contra. Se hizo una breve pausa donde los organizadores agradecieron al público por su asistencia. A su vez, se tocó diez veces la campana en memoria del ex boxeador nacido en Oaxaca pero que radicó por varios años en Orizaba: Pastor Jarquin Hernández.
Alberto Bautista y Hugo “Guerrero” Hernández, además de terminar la función, ofrecieron la mejor pelea del día. Hugo, proveniente de la Ciudad de México, mostró un físico musculoso y estatura superior a la del contrario. Bautista tuvo problemas para lidiar con la distancia y golpes del contrario en los primeros episodios. Se dio un momento importante al final del tercer round. Antes de que sonara la campana, un jab hizo que Hernández fuera a la lona. La velocidad de la acción causó duda: si la caída fue por el golpe o un resbalón del pugilista. El referí comenzó el conteo y la gente se prendió por lo sucedido. Guerrero se recuperó en el último round para ganarlo. Situación difícil para los jueces. Estos marcaron las tarjetas así: 38-38, 37-39 y 38-38. Empate por decisión mayoritaria que, aunque molestó a algunos de los asistentes, se entiende por el desarrollo del compromiso. Velada de boxeo de calidad que mostró por qué es una actividad con siglos de antigüedad y una capacidad de emocionar al público sin importar la época.
(Foto Archivo cortesía Emmanuel Oropeza).
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
Contacto: salroc19@gmail.com