El fichaje para el banquillo celeste de Ricardo “Tuca” Ferretti podría suponer el inicio de una era donde la disciplina y el orden serán el estandarte principal, en medio de uno de los equipos de la Liga MX, que mayor inestabilidad ha mostrado en sus recientes proyectos, principalmente tras alcanzar la novena estrella, pues parece que, en la Noria, siguen celebrando dicho título, sin acordarse de que una institución grande como Cruz Azul, está obligada siempre a ser campeón.
Del ‘tucanazo’ al ‘cagajo‘
Era la final de liga de la temporada 90-91, el experimentado Ricardo Ferretti, cobró un tiro libre, cuyo disparo significó aparte de un gran gol, el gol que haría campeón a Pumas sobre el acérrimo rival América, aquel gol sería bautizado como el “tucanazo”, por ser un disparo muy fuerte y bien colocado, imposible para el arquero en turno y curioso, porque esa forma del gol, sería la descripción perfecta a la personalidad del buen “Tuca”: fuerte, con furia y directo al objetivo.
Llegada su etapa como entrenador, equipos como Chivas (donde logró su primer título como DT), tendrían la dicha de que Ferretti los hiciera campeones; le siguieron Toluca, con quienes no alzó la liga pero sí un campeón de campeones y una Concachampions; Pumas, con quienes al igual como jugador, también se consagraría monarca de liga, y ni qué decir con Tigres, con quienes empezó de menos a más, terminando con la sequía de 30 años de no ganar la liga, para allí emprender un camino de éxitos, pero también de dar clases de cómo pegarle al balón.
Aquel icónico video del 2014, donde la desesperación y enojo era evidente con el “Tuca”, soltando el mítico “Cagajo” y otras más maravillas que salieron de su floreado vocabulario; pero valieron la pena todos y cada uno de esos regaños, de esas correcciones, pues con los norteños consiguió 5 ligas, 3 campeón de campeones, 1 Copa MX, y 1 Concachampions.
También, con su breve paso como entrenador de la selección, entre el “amor y odio” de dirigir al Tri, para ganarle a Estados Unidos el boleto para la Copa Confederaciones, siendo el “bomberazo” en aquel momento.
Garantía en el banquillo
A pesar de que Ferretti no tuvo el mejor paso con Bravos de Juárez, es innegable el caché que mantiene el brasileño como entrenador, sus resultados y logros hablan por sí solos, por lo que, para un equipo como Cruz Azul, pinta interesante y hasta idóneo que alguien con esta experiencia y carácter venga a una institución, donde las dudas permean dentro del mismo, desde el escritorio hasta la cancha, sabedores que como en todo proyecto, si las altas esferas no están del todo estables ni reman para el mismo lado, difícilmente en lo deportivo harán la diferencia.
La buena noticia es que se integra al organigrama directivo una leyenda vigente cementera, Óscar “Conejo” Pérez asume la dirección deportiva, que trabajará codo a codo con “Tuca” y su más que interesante cuerpo técnico, con mucha experiencia del fútbol mexicano y de la institución, resaltando la integración de Guillermo “Memo” Vázquez como auxiliar, alguien que no es ajeno a la Máquina, ya que en el pasado rozó el ser campeón con Cruz Azul y que lo logró con Pumas; Joaquín Moreno, quien asumió el interinato por enésima vez, gente de casa que conoce bastante bien a Cruz Azul, y seguramente brindará esas herramientas en pro del equipo.
¿Tuca estará a la altura de Cruz Azul? O ¿Cruz Azul estará a la altura del Tuca?
Ferreti tiene la gran oportunidad de reivindicarse como el gran entrenador que es y acrecentar su legado, volviendo al plano estelar y qué mejor que triunfando en Cruz Azul; y también revisar, si la actual plantilla de Cruz Azul, puede estar a lo que Ferretti y compañía esperan, pues apenas llegando y se habla ya de algunos cambios y refuerzos que podría haber próximamente, pues en este momento, Cruz Azul no posee el plantel que nos tiene acostumbrados en su historia, pero con la “mano dura”, el carácter y el sello de Ricardo Ferretti, todo puede ser posible.
(Fotos Twitter).
Periodista deportivo 24/7, gustoso del buen fútbol y y carreras de autos, charla de todo un poco