El puesto de entrenador de la Selección Mexicana está por definirse. Con la vacante aún “abierta”, varios son los nombres que suenan para ocupar la silla “más caliente” del fútbol mexicano, entre ellos alguien que ya sabe lo que es estar allí, y que últimamente ha levantado mucho la mano: Miguel “piojo” Herrera.
Desde la salida de Gerardo Martino hace casi ya más de un mes, muchas cosas están por definirse o cambiar (en el lejano pero esperanzador panorama que algún día suceda), entre ellas, quién será el líder del banquillo tricolor, siendo lo único seguro, que debe tratarse de alguien de casa, puesto que, tras las 2 últimas experiencias, poco o nada se pudo haber conseguido de bueno de ello.
Juan Carlos Osorio y Gerardo “Tata” Martino, fueron los recientes entrenadores extranjeros en dirigir al Tri, ambos tuvieron procesos completos, pero resultados distintos; el primero no hizo nada extraordinario, dejó a México donde siempre, quizá ese 0-7 ante Chile haya sido de las peores escenas que el colombiano Osorio nos dejó como recuerdo del olvido; del “Tata”, mejor quisiéramos resetear prácticamente su proceso, sus ya conocidas formas de manejarse, convocatorias, estilos de juego y declaraciones, son dignas de un guion de película o serie en búsqueda del “villano favorito” de la historia.
Curiosamente, el último entrenador mexicano en asumir las riendas del Tri, es Miguel Herrera, quien llegó en el pasado en un momento fuera de lo pensando para el fútbol mexicano, para traerle tranquilidad y esperanza, pero, ¿realmente es Miguel Herrera la opción ideal para México?
Memorias de Brasil 2014
A finales del 2013, el fútbol mexicano pendía de un hilo para poder llevar a cabo su cometido e instalarse en el mundial de Brasil, luego de la desastrosa eliminatoria, el botón de emergencia se activó, y se optó por recurrir a un “bomberazo”; es así como el “Piojo” llegaba en medio de un ambiente de urgencia y desesperación, con la obligación de rescatar el barco nacional, calificarlo al mundial y enderezar el rumbo.
Fue así como el Tri se aventuró a jugar un partido de repechaje ante Nueva Zelanda en búsqueda del boleto a la justa mundialista, ese partido de “vergüenza”, por el hecho de que en una zona de casi nulo crecimiento futbolero como es nuestra Concacaf, ir al repechaje era motivo de burla; aún y con ello se logró el objetivo sin tanto problema y México estaría en el mundial.
Como todos sabemos, México brindó una buena Copa del Mundo, con partidos vibrantes y emocionantes, que, de nueva cuenta, nos volvieron a ilusionar creyendo que ahora sí, este será el bueno; sin embargo, el ostracismo nuevamente vino a nosotros, cuando el “no era penal”, se hacía evidente y dejaba a México a la orilla (nuevamente) de acceder al quinto partido, es decir, sin más ni menos, México siguió estancado y Herrera no logró nada fuera de lo común, para mal.
Fuera de cancha
El Tri cosechó la Copa oro en 2015, de una forma de más polémica con el antecedente con Panamá y el arbitraje en semifinales, aunado a que el equipo del “Piojo” venía de muchas inconsistencias y bajas de juego, que volvieron muy irregular el funcionamiento del equipo, a lo que desde la trinchera del periodismo deportivo, hubo quien señalara tajantemente a Herrera, el cual al no saber manejar sus emociones ni tampoco la autocrítica, asestó un acto reprobable al comunicador deportivo Christian Martinolli, hecho que fue noticia a nivel nacional y terminó en la destitución de Miguel, quien ya ganando la Copa Oro, no le fue suficiente para demostrarle a su retractores, lo que había logrado y literal, le dio un golpe a las críticas, aunque no de la mejor forma.
De vuelta a la realidad
Tras ese bochornoso incidente, “Piojo” se tomaría un receso antes de volver a dirigir, el equipo en turno en volver serían los Xolos de Tijuana, a los que Herrera llegaría para volver a esos grande días con Mohamed y compañía; aunque al igual que en el Tri, pese a mostrar buenos números con los fronterizos (en su segundo torneo fueron líderes con 33 puntos, y en el segundo alcanzaron semifinales), Miguel no lograría nada destacable con la perrera, quedando debajo de la expectativa creada a su llegada, pero su viejo amor, el América, recurriría a él para resurgir de las cenizas.
Contraste azulcrema
América y el “Piojo” tendrían una segunda oportunidad, ahora sí con el objetivo logrado con aquel título del 2018, pero a partir de ese punto, la relación viento en popa empezaría a sufrir estragos; una final perdida en casa ante Monterrey, y el ridículo dentro de Concacaf, sumado a que el buen Miguel de siempre, dio la nota que polarizó hasta la propia eliminación de su América en manos del LAFC de un tal Carlos Vela; Miguel se enfrascó en una discusión con el auxiliar del equipo estadounidense (en plena pandemia), lo que le costaría la expulsión, ser objeto de críticas, burlas, memes y su posterior despido del América, detonando, que por segunda vez, “Piojo” no había aprendido.
¿Oportunidad merecida?
Con estos datos, vamos a centrarnos en ver si realmente Miguel Herrera merece otra oportunidad con el Tri, pues hay quien argumenta que le dotó de dinamismo, coraje y motivación al equipo, contrario a la versión gris y desinteresada de Martino lo que da un punto a favor, pero no solo se trata de “hablarle bonito” a tus jugadores.
En cuanto a números se refiere, argumento que debería ser de los más vitales al momento de elegir al nuevo seleccionador, el “Piojo” dista mucho de ser de los que mejor están en ese rubro, pues en Tigres que fue su más reciente equipo, logró en 31 victorias, 13 empates y 17 derrotas, números “aceptables” para un equipo como el felino, principalmente tomando en cuenta la fuerte inversión que la directiva acostumbra hacer en sus plantillas, teniendo en cuenta que Herrera le gusta que le cumplan con sus armados de equipo.
Ni con los jugadores a modo, pudo trascender en un equipo que lo único que vale es la copa; 3 liguillas en 3 torneos, 2 semifinales apenas, balance de mediano a pobre con un equipo de este calibre, por no decir “viejo” (dicho de forma injustificada por Herrera), por lo con este antecedente fresco, ¿es realmente la mejor opción que tenemos?
Resultados vs Campaña
Actualmente, vemos a entrenadores como Guillermo Almada, quien es probablemente el mejor de su rubro en el fútbol mexicano, las formas en que trabajó en Santos y ahora replica con Pachuca han sido de aplaudir, jugando con idea, verticalidad, dando oportunidad al joven mexicano y sin planteles tan espectaculares, a Santos lo puso en una final y a Pachuca le dio el título de campeón; lastimosamente está casi descartado por el hecho de que se busca a un mexicano, ojalá en un futuro se pueda volver a contemplar su perfil.
Ahora del lado de nuestros paisanos, Jaime Lozano destacó en los Juegos Olímpicos en Tokio con una medalla que realmente no se esperaba tanto, jugando muy bien con la generación que será base para el 2026, aunque habrá quien diga que a nivel de clubes no le ha ido del todo bien, el hecho de hacer jugar bien y conseguir algo importante con México, da bastantes puntos a favor, y ni qué decir de la medalla olímpica, la cual es quizá comparable e incluso superior a un título de Liga MX, guardando las proporciones.
Ignacio Ambriz también se asoma como posibilidad, luego de picar piedra y de tener resultados mixtos con otros equipos, fue en Léon donde dotó de un muy buen juego a la fiera, no por nada fueron campeones en el torneo de la pandemia en 2020, así como la disciplina con la que se maneja también es de considerar, pues desde que llegó a Toluca, decidió hacer una limpia de jugadores sin importar qué tan destacables eran para el equipo, y casi le sale la jugada al quedar subcampeón de este torneo realizando una magistral liguilla, eliminando a equipos que en el papel eran más favoritos que el suyo como América o Santos, suficiente para ser candidato más que obvio y lógico a asumir el mando Tricolor.
A la par de estos logros, Miguel Herrera aparece en el ámbito en el que se siente como pez en el agua, delante de las cámaras dando su opinión, y por qué él debería tener una segunda oportunidad al frente de la selección; si bien es cierto, no tiene anda de malo aparecer y compartir tus puntos de vista y decir con argumentos que sí hay cosas que cambiar dentro del equipo nacional, no basta con hacer campaña y prometer cosas evidentes, si no se sustentan.
Si de recuerdos viviera el fútbol mexicano, probablemente estaríamos mejor, quedarnos con el Miguel Herrera del América o su primera parte en selección, tendría lo mismo decir lo que hizo Ricardo La Volpe con el Atlas del 99 o en Alemania 2006; Hugo Sánchez y el bicampeonato con Pumas y el Santiago Bernabéu alzado, Tuca y sus títulos de Tigres, a Enrique “Ojitos” Meza y la sudamericana y a otro entrenador forjado en México que haya hecho algo sobresaliente.
La finalidad de esto, es que para asumir el puesto de entrenador de la selección, no se puede inclinar por lo que se hizo hace tiempo, se necesita actualización, resultados y formas frescas, que el momento sea el que dicte y es válida la experiencia previa, pero también más reciente, justificar el por qué se está allí con lo logrado de un tiempo a la fecha, y es allí, donde el “Piojo” Herrera, poco o nada tiene que hacer… preferible una revancha en clubes antes que pensar en la Selección Nacional.
(Fotos: Twitter).
Periodista deportivo 24/7, gustoso del buen fútbol y y carreras de autos, charla de todo un poco