El boxeo es un tema recurrente en la cinematografía. Resulta complicado hacer un listado de todas las producciones que se adentran en la actividad del cuadrilátero. Incluso las personas que no son afines al pugilismo identifican los dos principales largometrajes que se han hecho -por ahora-: Rocky (John Alvidsen, 1976) y Toro Salvaje (Martín Scorsese, 1980). Ambos largometrajes, además de conseguir premios de especialistas; figuran en las listas de críticos como películas imperdibles para cualquier cinéfilo.
A partir de ahí, es complicado encontrar una película que no recurra al cliché del hombre que, tras padecer problemas en su vida cotidiana, supera la adversidad al ganar un campeonato mundial y vive con tranquilidad el resto de su vida. En este momento donde las plataformas digitales buscan los estrenos más atractivos para generar suscripciones o visitas de usuarios, una película con distintas menciones al boxeo llegó a los cines mexicanos.
‘Peleando por mi vida’ (Barry Levinson, 2021) presenta las vivencias de Hertzko Haft, un hombre nacido en Polonia que, tras sobrevivir condiciones infrahumanas en un campo de concentración durante la segunda guerra mundial, se convierte en boxeador profesional. Inmigrante en Estados Unidos, cambian su nombre por el de Harry; una práctica común de los servicios de migración americanos al recibir a miles de personas en esa época.
Harry es un hombre atormentado por los traumas de ser separado de su amor de juventud y llevado al histórico campo de Auschwitz. La historia recurre a un elemento sencillo para mostrar los cambios de tiempo. Los recuerdos de Haft se muestran en blanco y negro mientras que los años recientes son a color. Un oficial nazi hace un trato con Haft: protegerlo durante su encierro a cambio de tener peleas a muerte con otros prisioneros judíos. Presa del postulado de ser víctima o víctimario, Haft acepta esos combates sádicos que a manera de juego se tratan de montar como si fueran peleas profesionales de boxeo por insensibles militares nazi.
Presentar a Harry como su sobreviviente de lo más atroz de la guerra se usa como estrategia de los promotores al publicitar su carrera como boxeador. Con un récord discreto, destaca la noche en que enfrentó a una leyenda del boxeo mundial: Rocky Marciano. Más que conseguir dinero o fama, muestran a un Haft que acepta pelear con la esperanza de que Leah, el amor perdido durante la guerra, logre enterarse de que sobrevivió y puedan reanudar la relación del pasado.
Barry Levinson crea un relato estremecedor dedicado a su ascendencia judía. En su carrera como director destacan clásicos como Buenos días Vietnam (1987), Rain Man (1988) y Bugsy (1991). La ambientación y actuaciones de todo el reparto son eficaces. Ver a un Harry que se arroja al piso al escuchar fuegos artificiales o tiene problemas para tener sexo con su esposa en la noche de bodas como consecuencia de una experiencia traumática son secuencias que logran impactar a una audiencia saturada de contenidos por la modernidad.
La película es una adaptación del libro Harry Haft: sobreviviente de Auschwitz, retador de Rocky Marciano, escrito por Alan Scott Haft, hijo del protagonista de la historia que salió a la venta en 2020. La tienda digital Amazon tiene una valoración de casi cinco estrellas en el producto.
El título original de la película es “The Survivor” (El sobreviviente) ; una palabra corta que se ajusta mejor a la motivación de la película. Una vez más, las distribuidoras de películas en México se van por un título genérico en busca de ingresos en taquilla. La historia de Haft es algo que amerita hacer un tiempo en la agenda y asistir al cine. Los claroscuros cotidianos y la analogía de la vida como una pelea de boxeo constante son temas que se renuevan con frecuencia.
(Fotos Twitter)
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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