La conmemoración por un hecho, usualmente, conlleva un festejo por el paso del tiempo a partir de que ocurrió algo especial. TV Azteca celebró, el pasado fin de semana, un evento especial en sus estudios de la Ciudad de México por los quince años de “La Casa del Boxeo”. Promotores, campeones mexicanos y extranjeros, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (Mauricio Sulaimán) fueron algunos de los invitados. Se necesita contexto para entender la trascendencia de un contenido deportivo en televisión abierta que ha ganado el título de referente.
El boxeo profesional es una de las actividades deportivas que mayor pasión generan en el público mexicano. Gente como “Ratón” Macías, “Púas” Olivares, Lupe Pintor se ganaron el cariño de la afición por cumplir con la idea de un sujeto con economía endeble que, gracias al ahínco de pelear con frecuencia, logra una mejor calidad de vida. La fama obtenida por transmisiones de radio, prensa y televisión los convirtieron en ídolos con apariciones especiales en largometrajes. Cuando la televisión se convirtió en un elemento básico para los hogares mexicanos; Televisa transmitió funciones de boxeo con sede en la Arena Coliseo y México. El desarrollo tecnológico permitió ver las acciones de púgiles aztecas en distintos países. Julio César Chávez logró llenar el Estadio Azteca a principio de los años noventa con un aforo que marcó un récord para la disciplina.
Los sistemas de televisión de paga en México encontraron un nicho en el pago por evento. Adquirir la exclusividad del evento redujo el número de espectadores a un grupo con la economía capaz de solventar el gasto de transmisión. A excepción de algunas funciones destacadas con horario diferido; el furor por el boxeo como forma de entretenimiento se redujo. Todavía con la resaca del Mundial de Alemania, en 2006 los directivos de TV Azteca apostaron por mostrar eventos de boxeo en televisión abierta. Un contenido moderno para la audiencia; las transmisiones llenas de datos se unieron a un estilo ameno/popular en los comentarios. Los nombres de Eduardo Lamazón, Rodolfo Vargas, Carlos Aguilar entre otros adquirieron popularidad.
El nivel de audiencia generó confianza en las marcas dudosas de invertir. El negocio se hizo sustentable. La lista de momentos destacados es amplia: va desde los primeros pasos como profesional de Saúl “Canelo” Álvarez hasta el emotivo triunfo del estadunidense -con ascendencia mexicana- Andy Ruiz en el Madison Square Garden de Nueva York. Miles de jóvenes han encontrado la motivación necesaria para practicar la disciplina y, según las cualidades, optar por el profesionalismo.
Aunque existen casos particulares; la mayoría de los boxeadores exitosos provienen de niveles económicos bajos. Ver la evolución de un atleta hasta llegar a la cumbre; y mantenerse ahí, no deja de ser atractivo. Televisa ha dejado a un lado la transmisión del boxeo por cuestiones económicas; la situación se aprecia por las salidas de Eduardo Camarena, Roberto Sosa y el fallecimiento de Alfonso Morales. Tres lustros de actividad continua con cámaras alrededor del ring son apreciadas por una audiencia que carece de las condiciones para observar los eventos en televisión de paga o por plataformas digitales. Que siga la celebración en La casa del Boxeo; todo lo que sea en favor de la “dulce ciencia” es bienvenido.
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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