Triple A y Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) mantienen el sitio de las promociones más importantes del deporte espectáculo en México desde hace años. Es común el surgimiento de algunas empresas que aspiran a entrar al negocio con el mismo impacto y que, al poco tiempo, deben parar actividades. Esta situación no ha repercutido en el ánimo de alternativas al público de nicho en zonas destacadas para la lucha mexicana. Con sede en la ciudad de Monterrey, Nuevo León; RIOT lleva cinco años de actividad con elementos que le dan identidad propia.
El talento para descubrir y apoyar gente nueva se percibe al revisar la lista de sujetos que han trabajado con ellos años atrás y que, hoy en día, tiene sitios importantes. Talentos como Bandido, Aramis, Sammy Guevara -actual campeón TNT de All Elite Wrestling-, Fuego del Sol, Mr Iguana son algunos ejemplos. La semana pasada, el más reciente evento de la marca (The Secret Lucha Society, celebrado el dieciocho de septiembre) apareció disponible en el catálogo de las plataformas digitales de Independent Wrestling TV y Pivotshare. Acorde al título del evento, la venta de boletos para presenciar el evento fue limitada, no publicitaron la sede de la función y nada más se compartieron algunos fragmentos de la velada en redes sociales. Casi tres horas de lucha con gente que sale a entregarse con un público que desde el inicio se engancha con la acción.
Arez defendió el cinturón el RIOT en la lucha estrella con su compañero en los Vipers de Triple A: Látigo. El campeón ha logrado un trabajo sobresaliente en 2021: participaciones en Estados Unidos, obtuvo el cinturón de parejas mixtos Triple A con Chik Tormenta, conformar la nueva versión de los Vipers y tiene mano a mano nominados a lucha del año -contra Hijo del Vikingo y Laredo Kid-. Látigo no se contuvo al encarar a su también compañero de entrenamiento profesional (ambos recibieron la enseñanza de Jorge Rivera “Skayde”). Lo que hizo dramático el encuentro fue la cantidad de sangre que derramaron ambos. Un paramédico y Alfredo Alvarado, promotor de RIOT, revisaron el estado de los luchadores en distintas ocasiones por la cantidad de sangre que manchó el ring y sus alrededores. Dramático cierre para una noche que contabilizó una defensa más de Arez.
Hechicero, campeón mundial completo del CMLL, enfrentó una vez más al “chavorruco” oficial de la compañía: Erick Ortiz. La contienda fue una revancha del combate que tuvieron en 2019. Treinta minutos de técnica, castigos y acciones violentas de ambos. Una confrontación que puede valorarse como lucha del año sin mayor inconveniente. Al declararse un empate por llegar al límite de tiempo, se pautó una caída extra. Vino la polémica por la decisión del referí Kike Aguilera al declarar victorioso al enmascarado. La tercera confrontación de una serie de combates que merecen ser vistos ya se programó para el último evento de RIOT en 2021: Mank Tank.
Los seis encuentros restantes del día también lograron momentos importantes. Aeroboy contra El Mago -representantes de la vasta escuela de Tulancingo, Hidalgo- y la lucha de tríos (Jimmy, Iron Kid y Toxin contra Demonio del Aire, Kratoz y Prometeo) fueron premiadas con dinero. Una muestra de reconocimiento especial a los luchadores; equivalente a los pañuelos blancos en la tauromaquia o cuando los hinchas del equipo local aplauden un golazo del equipo contrario en el fútbol. Aunque el evento es grabado, se percibe la energía positiva que rodea a RIOT. No se trata de generar temor a los jerarcas de Triple A o CMLL; es conservar la tradición de la lucha libre en Nuevo León. Si la Liga MX tiene como protagonistas a Tigres y Rayados; la escena independiente mexicana está en manos confiables con lo que hace RIOT un par de veces al año.
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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