Mike Tyson es una persona compleja. Uno de los boxeadores más exitosos de la historia que ha vivido momentos en la cúspide y después una decadencia que lo llevó a estar en la ruina económica. Home Box Office (HBO) tuvo, hasta el año pasado, un espacio importante para transmisiones de boxeo. Esto ayuda comprender el estreno de un largometraje con la vida de “Iron”: Tyson (Uli Edel, 1995).
Para ahorrar temas de producción y publicidad, se pensó esta película como un material que iría directo a la televisión. Michael Jai White se encargó de darle vida al boxeador en cuestión. Un niño de color recorre calles sucias y decadentes acompañando a un grupo de chicos que cometen delitos en la comunidad. La vida familiar es disfuncional; estar en las calles brinda parte de la atención que se anhela en el hogar. El joven Tyson acumula delitos y es ahí cuando conoce a un veterano –y distinguido- entrenador de boxeo que lo alienta a canalizar la ira acumulada en el boxeo.
La gente de producción hizo un trabajo destacado al conseguir a un elenco apropiado para respaldar las carencias actorales del protagonista. George C. Scott, con una personalidad fuerte y carismática, muestra a un Cus D´Amato que se convierte en la figura paterna de Tyson. Fanáticos a éxitos comerciales –tanto en cine como plataformas de entretenimiento- no tienen problema en identificar a los actores seleccionados para personificar a otros de los entrenadores de Mike. Holt McCallany es Teddy Atlas; hace poco obtuvo críticas favorables como el patriarca de la familia de luchadores Von Erich en la estupenda The Iron Claw (Sean Durkin, 2023).Clark Gregg, que revitalizó su carrera al parecer en la saga de superhéroes de Marvel, aparece como Kevin Rooney. La vida en familia, con disciplina y entrenamiento especializado en el cuadrilátero hacen que Mike se convierta en una máquina que destroza rivales arriba del encordado. La noticia de un joven con pegada fulminante en el sector amateur se esparce. Suceso especial: ser uno de los campeones del mundo más jóvenes en la historia. Los momentos de pelea, sin ser memorables, están bien logrados. Escuchar a los entrenadores referirse a la estrategia con la numeración básica (jab, cruzado, gancho, uppercut) le da credibilidad a las escenas.
Una infancia traumática repercute en la vida cómoda de la nueva estrella del boxeo. Noches de fiesta y una personalidad antisocial le acarrean consecuencias. En una forma un tanto morbosa, se muestra parte de la relación romántica que vivió con una estrella de la televisión: Robin Givens. Muertes de gente cercana llevan a una depresión al campeón camino a una de las noches más inesperadas en la historia del boxeo contemporáneo cuando fue vencido por James Douglas, vía nocaut, en el Tokyo Dome de Japón en 1990.
La acusación y posterior sentencia por violación se aborda con ambigüedad en pantalla. Es entendible que, por la época, se usara este enfoque para evitar demandas. Al compararse con la forma en que se manejan estos temas en la actualidad, se percibe como algo innecesario para los espectadores. Mike Tyson estaba pautado a pelear este año (2024) contra Jake Paul en estadio de los Dallas Cowboys pero el evento se canceló por un problema de salud del primero.
Tyson es una opción de entretenimiento para el aficionado al boxeo o una persona que intenta conocer un poco más de la vida de uno de los sujetos más populares del siglo pasado. El tipo afable que ahora se observa en televisión y especiales de comedia contrasta con el combatiente que se ganó el apelativo del “hombre más malo del mundo”.
El regreso al boxeo luego de estar en prisión, incursionar en la lucha libre estadounidense en la Attitude Era y lanzarse al cine es material suficiente para una gran película que ojalá algún día llegue al área de producción correcta.
(Foto:X).
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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