Resiliencia significa: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”, según la Real Academia Española de la lengua, palabra que se ha vuelto muy utilizada durante los años recientes y que engloba un estado en el que muchas personas nos hemos visto reflejados.
Esa misma palabra, Javier Aguirre se la tatuó el día que decidió romper total esquema, y de paso, abrirse y abrir un camino desconocido para el entrenador mexicano; dirigir en Europa, algo que durante décadas era impensado y complicado de darse, pero Aguirre, levantó la mano y no ha desistido de su idea, ahora la vida y el fútbol lo vuelven a poner en la antesala de lograr algo, que puede ponerlo aún más en la historia del fútbol mexicano, pues su equipo Mallorca estará en la final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao, tras vencer en penales a la Real Sociedad, logrando lo ya hecho por Javier hace 19 años.
Para la resaca mundialista, España la mejor opción
En el mundial de Corea-Japón de 2002, México sufría probablemente la derrota más inverosímil de su historia, caer ante Estados Unidos en octavos de final, cuando más de uno se sentía ya en cuartos de final, un episodio oscuro y vergonzoso en la historia del fútbol mexicano.
Javier Aguirre era el entrenador a cargo de dicho equipo mexicano que cayó ante el acérrimo rival; triste y decepcionado, asumió el error, pero tan pronto pasó, el “vasco” asumía la dirección técnica del Osasuna, para sorpresa de propios y extraños, donde fueron más dudas que nada sobre el paso que Aguirre estaba dando.
Osasuna no era un club lejano para Javier, pues militó brevemente en el equipo de Pamplona en la década de los años 80, pero una fuerte lesión lo apartó del equipo para volver a México, así que sus caminos se volverían a cruzar.
Y contrario a lo que se podría esperar, Aguirre revolucionó al Osasuna, pasando de ser un equipo que solo pensaba en el descenso, a ser un equipo que se ganó el respeto del fútbol ibérico; logrando jugar competencias europeas, terminar en cuarto lugar del campeonato (mejor lugar en la historia del Osasuna en Primera División), y estar a minutos de coronarse campeones de la Copa del Rey, cayendo en la final de forma dramática en tiempos extra ante el Betis en 2005.
Tras esas actuaciones, el Atlético de Madrid que estaba en épocas de resurrección, se hizo con los servicios del mexicano para su banquillo, con miras a recuperar el protagonismo histórico perdido.
Aguirre tuvo una aceptable gestión como estratega con los colchoneros, donde la exigencia era mucho mayor que en Osasuna, sin embargo, tuvo que salir del equipo en 2009.
De allí una segunda etapa en selección, deambular en algunas selecciones como Japón y Egipto, para volver a España, donde mejor se siente y ha puesto el ejemplo en una época precaria para el entrenador mexicano.
Tan solo en la Liga MX actualmente, sólo hay 3 entrenadores mexicanos (Miguel Herrera con Xolos, Eduardo Fentanes con Necaxa e Ignacio Ambriz con Santos), algo triste y preocupante, donde no solo vemos escasez de paisanos no sólo en la cancha, sino también en los banquillos.
La situación de Aguirre sucede en paralelismo de la “crisis” de entrenadores mexicanos, donde a falta de oportunidades, han tenido que buscarse opciones en divisiones inferiores en nuestro país o Centroamérica inclusive.
Quizá, no dábamos tanto valor a lo que Javier Aguirre hizo en su momento, pero ha marcado un antes y después; hace que se valore más su trabajo, apelando esa resiliencia que tuvo que soportar ante las dudas y cuestionamientos, alguien que, a su peculiar estilo, ha forjado algo que nadie más ha hecho en cuanto a entrenadores mexicanos.
¿Equivale una Copa del Rey a una Liga MX?, posiblemente no dimensionemos aún si es más o menos este trofeo, lo que sí es que, para lograr hacerse de él, debes dejar en el camino a equipos de la talla de Barcelona, Real Madrid o Atlético de Madrid, cosa nada sencilla.
El escenario que se le viene a Aguirre, es el mismo que cuando el intentó probar suerte a dirigir en España; poco que perder y mucho que ganar.
El Mallorca es un equipo acostumbrado a el sufrimiento, a ver en el retrovisor el abismo del descenso temporada tras temporada, pero están siendo partícipes de una historia de “cenicienta” liderados por un hombre que tuvo que picar piedra, aún y cuando eran pocos los que quizá le confiaban que brillaría por sí solo en un fútbol de alta exigencia, tal cual narrativa de drama romántico, dos entes destinados a ser, en la antesala de las puertas del éxito, con historias de sacrificio y esfuerzo.
“Estos jugadores tienen más descensos que títulos”, compartía el “Vasco” después de la hazaña de posicionar al Mallorca en lo que será, el partido más importante de su historia, no solo del club, sino de la carrera como entrenador de Aguirre y del propio fútbol mexicano, que está a 90 minutos de ver a su mejor entrenador de los últimos años, de finalmente lograr ese título que el fútbol le está debiendo.
El rival tiene tintes “familiares” para Javier, el Athletic de Bilbao, equipo que representa al país Vasco, de donde proviene su familia paterna, duelo que puede evocar sentimientos encontrados, escenario más que perfecto para que Aguirre, se convierta en el “Hernán Cortez a la inversa” y conquiste España.
(Fotos: X)
Periodista deportivo 24/7, gustoso del buen fútbol y y carreras de autos, charla de todo un poco