Sylvester Stallone tiene una relación cercana con los cuadriláteros profesionales. Las películas de Rocky son un referente para una generación. El hombre que, con múltiples circunstancias en contra, logra una noche épica que lo convierte en la nueva estrella del boxeo profesional. Stallone, sin ser peleador profesional, fue inducido al Salón de la Fama del boxeo –en la misma generación de Mike Tyson y Julio César Chávez-. En la ciudad de Filadelfia existe una estatua que conmemora al actor por la secuencia donde sube una escalinata antes de una icónica pelea contra Apollo Creed –interpretado por el recién fallecido Carl Weathers-.
Dos años después del suceso comercial y cinematográfico de Rocky; Sylvester hizo su debut como director con la película Paradise Alley (1978). La historia muestra la dura vida de tres hermanos en la zona de Hells Kitchen , New York durante la década de 1940. Personalidades distintas: Cosmo (Stallone) es un carismático estafador, Lenny (Armand Assante) trabajó en una morgue y Víctor (Lee Canalito) vende hielo. El dinero es escaso y, además de vivir juntos en un cuarto con una pobreza evidente, las oportunidades para salir adelante en un mundo inclemente se desvanecen día a día.
El ánimo de emborracharse y divertirse con unos cuantos dólares obtenidos de forma circunstancial los lleva a una cantina donde se efectúan encuentros de lucha libre: Paradise Alley. Los antecedentes circenses del deporte espectáculo se muestran en pantalla. Reto complicado para cualquier sujeto común: subir al cuadrilátero, soportar el castigo de un luchador profesional durante unos minutos para lograr ganar un premio económico. Víctor goza de un físico musculoso producto de varias horas como cargador. Cosmo motiva a su hermano a participar como luchador amateur y, desde su primer encuentro, se gana el aprecio del público. Kid Salami, apelativo del nuevo luchador, comienza a generar una cantidad de dinero que crea la sensación de que los días complicados han quedado atrás.
Distintas cualidades le dan un valor especial a este material. La crítica especializada le dio pocos elogios a este trabajo. Stallone se quejó de la forma en que se editó la película. Para el aficionado que conoce el mundo de la lucha libre profesional; se trata de un material obligado. Unas cuantas escenas sirven para retratar lo inmisericorde que puede ser la lucha libre profesional. Arriesgar el físico día a día para recibir un pago insuficiente. Las relaciones afectivas se van mermando por la dinámica de viajes constantes. Terry Funk, legendario luchador estadounidense que apenas falleció en 2023, tuvo una doble labor en la construcción de esta película. Interpretó al matón Frankie the bumper y montó coreografías de combate. El combate final donde Kid Salami apuesta todo lo que tiene es una exhibición destacada de lucha libre profesional.
Encontrar una versión completa y de buena calidad de Paradise Alley, hace unos años, era complicado. El cambio tecnológico actual permite encontrar la película en distintas plataformas. World Wrestling Entertainment (WWE), la marca principal de lucha libre en el mundo, ha dado temas contrastantes en los últimos días. La ópera prima de Stallone es un reconocimiento a una actividad que sigue cautivando a millones de personas en todo el mundo. Sylvester nunca perderá el vínculo con el pugilismo. Conocer su relación con el pancracio es tan atractivo como un combate de campeonato del mundo en una arena legendaria.
(Foto: X).
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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