El ánimo de fiesta no decae pese al riesgo de una lluvia torrencial. Es sábado por la noche -2 de septiembre- y la calma cotidiana del CDO Cerritos se interrumpe por música de rock en español; interpretada en vivo a un costado de la entrada principal del inmueble. La primera edición del Festival del Taco está en curso.
Billytronik es una persona incansable. Entrena a personas de distintas edades para que se conviertan en luchadores profesionales, realiza actividades como empresario y en unos días viajará a Colombia para cumplir con una fecha que se retrasó por imprevistos de última hora. El luchador enmascarado, que menciona con orgullo sus raíces orizabeñas, es el sujeto que organizó la velada. El reloj marca las siete de la noche, se percibe a una audiencia heterogénea y alegre.
Un cuadrilátero, listo para presentar acciones de lucha libre, está al centro del sitio habilitado para la reunión. Locales de comida y un stand donde ofrecen tatuajes rodean la escena. El grupo Midnight Rock Band se encarga de animar a la gente. Las canciones se suceden una tras otra. Repertorio que hizo famoso a gente como José José, Emmanuel, Erasure e Inspector logra que los asistentes participen con un coro masivo. Al preguntar en un sitio donde venden bebidas alcohólicas, sugieren probar el Azulito para entrar en ambiente. Tras consumir un litro de esta sustancia, pasa lo siguiente: se olvida el clima fresco de una lluvia ligera, queda atrás el cansancio de una jornada laboral que empezó doce horas antes y hace pensar en lo que se hacía el mítico Hunter S. Thompson previo a escribir materiales que se hicieron clásicos.
La segunda tanda de lucha libre del evento comienza. Inicia una exhibición de lucha libre con el grupo de ALLP (Asociación de Lucha Libre Profesional) Kids. Franco Navarrete, Jenny Bautista, Sofía Garibay, Valentina Aguilar, Dominik Cortés, Getsemaní Álvarez y Tani Flores disfrutan el momento de ser el centro de atención. Billytronik sube al cuadrilátero para supervisar las acciones de sus alumnos que, por su físico, evidencian que aún tienes años por delante para conseguir su credencial de elector. Se muestran ejercicios de tumbling -caer sobre el ring sin lastimarse- y para fortalecer el cuello. La actividad concluye con unas secuencias de lucha libre donde se ejecutan tijeras, lances, derribes y algunas llaves. El aplauso para los jóvenes es merecido.
El Ausente (campeón peso wélter del estado de Veracruz), León Imperial y Raider continuaron la tónica del pancracio con una lucha en triangular. Aunque el encuentro tuvo toques de comedia, cada uno fue fiel a su estilo. Ausente, con una variante de driver, salió vencedor.
Lucha de tríos para cerrar: Súper Grillo, Billytronik 2.0 y Génesis Star derrotaron a Star Black, Lobo Azteca y Rey Azteca. El control de los rudos en un pasaje extenso de la lucha no les garantizó el éxito. Una Cavernaria de Súper Grillo hizo que la tendencia de los técnicos se extendiera. Por ambiente y conexión con la gente, el espectáculo no le envidió nada a lo que hacen las grandes empresas del país.
Concluye la lucha libre pero el evento aún no termina. DJ La Sombra elige con inteligencia la música para conservar a la gente animada. Caballo Dorado y su “No rompas más mi pobre corazón” hace que decenas de personas comiencen la rutina del paso de baile en forma de cruz. El cuerpo resiente el cansancio acumulado de la semana, es momento de ir a casa. Orizaba necesita más eventos así. La lucha libre profesional tiene la capacidad de adaptarse a distintos escenarios. Por eso se ha mantenido activa en México desde hace noventa años.
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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