La selección mexicana sub-20 realizó un “acabose” en tiempos complejos para el fútbol mexicano, pues teniendo todo para clasificar sin problemas al mundial sub-20 en Indonesia, quedó eliminada en manos de una valiente Guatemala y de paso, desechando la oportunidad de jugar los siguientes Juegos Olímpicos de París 2024, proceso clave de cara al mundial de 2026, donde México será anfitrión.
Año 2008. Se vislumbraba un ambiente Olímpico, Beijing tenía la mira puesta del deporte mundial y en especial del mexicano, donde los atletas aztecas iban con la gran dicha de representarnos como país y competir arduamente por una actuación histórica, y si se podía con alguna presea; el fútbol como deporte rey de nuestro bello país no se quedaba atrás, comandados por la máxima figura mexicana en el balompié Hugo Sánchez, el tri tenía la encomienda de clasificar a la justa olímpica oriental, con la efervescencia de ser hace algunos años atrás, campeones mundiales sub-17 y con varios elementos de aquel histórico título en esta selección olímpica.
Inaudita eliminación
En el televisor de miles de mexicanos retumbaban las célebres e inolvidables frases del narrador Christian Martinolli en la transmisión del insólito partido de México frente a Haití; ¡¡Hay cuatro en el área, qué desesperación!!, ¡¡Ah no bueno, ¿de qué te vas a disfrazar?, y escuchar repetidamente en voz de Martinolli el nombre del arquero haitiano Placide, como si de Thibaut Courtois en la final de Champions se tratara realizando salvadas espectaculares.
Y sí, en su momento nos causó coraje, incredulidad, tristeza, impotencia, ahora es una oscura parte del pasado del fútbol mexicano, pero midiendo latitudes, aquella trágica eliminación del preolímpico es equiparable con la sucedida en estos días con el seleccionado sub 20 comandado por el ex jugador Luis Pérez, teniendo en sí la doble oportunidad tanto de estar en el mundial de la especialidad en Indonesia y de paso clasificar a la próxima justa olímpica, pero el escenario no fue el ideal y lo único que pasó fue desaprovechar tal importante ventana mundial.
Proceso en peligro
Es posible que usted, amigo lector se pregunte; ¿por qué tanto alarde en la eliminación de este juvenil equipo mexicano? ¿Acaso se pierde mucho con no ir a un mundial juvenil o juegos olímpicos?
Existen muchas respuestas para este tipo de preguntas, pero más allá, hay preocupación tomando en cuenta que ambos eventos formaban parte de un proceso de cara al tan especial mundial de 2026, donde nuestro país será anfitrión, y con ello la obligación de hacer un destacado papel, cosa que con las actuaciones recientes del seleccionado mayor no pintaba muy alentadora, ahora aunado a este fracaso, los problemas de fondo han quedado más que en evidencia, y es algo que lleva mucho tiempo señalándose.
Teniendo en cuenta que, durante este proceso mundialista, nuestra selección no enfrentará eliminatorias mundialistas, por lo que en teoría, es necesario buscar torneos o partidos de alta exigencia, que enfrenten a nuestro equipo con lo mejor de la élite y con la vitrina de juegos olímpicos en el horizonte, que como sabemos forma parte del fogueo para esta nueva generación, que llevará consigo la responsabilidad de una histórica actuación en el mundial en casa, pero el presente poco puede sustentar dicha idea.
Poco apoyo al talento mexicano
En días recientes, el presidente de la Liga Mx, Mikel Arriola, mencionaba que México es uno de los países que “mejor formación les da a sus jóvenes jugadores”, la pregunta sería ¿Qué selección estará viendo? ¿Son estos los jugadores jóvenes que presumen? Esos mismos que no pudieron clasificar a México a un mundial y Juegos Olímpicos en la zona más pobre en cuestiones futbolísticas a nivel mundial, porque dichas declaraciones poca concordancia tienen con la actualidad del Tri, donde el nivel tanto de sus jugadores de la selección mayor y de sus jóvenes dista mucho de ser el más optimo, pero revisemos también la estructura actual, que no ayuda en casi nada.
Y de nueva cuenta viene el desfile de los “males” del fútbol mexicano: exceso de extranjeros, no ascenso y descenso, torneos cortos, sin un trabajo sólido en las canteras entre otras más cuestiones, que si bien es cierto forman parte del eslabón de cosas a corregir y que por darle prioridad a otros aspectos, han imperado en los años recientes, haciendo más que restar en vez de sumar el nivel de nuestro fútbol; pero lo que realmente se denota es la poca confianza y oportunidad que le dan a los jugadores mexicanos; el mal o casi nulo acompañamiento a los procesos juveniles, oportunidades a cuentagotas a mexicanos son el reflejo de este pésimo presente, que ahora parece amenazar a las categorías menores, sin hacer algo que realmente pueda significar un cambio en pro de lo deportivo, que dote de mayor nivel y mayores oportunidades al talento nacional.
En año mundialista, existen muchas dudas sobre la selección mexicana, sin hacer cambios importantes en el escritorio, que de no hacerlos, puedan entorpecer el proceso venidero, el que en teoría es el más importante en 40 años, lo visto con esta eliminación de la sub-20 es una llamada de atención para quienes toman las decisiones cruciales de nuestro fútbol, de hacer urgentemente cambios significativos o de lo contrario, estar sujetos a ver más tristes y decepcionantes escenarios como el de la selección mexicana, donde el futuro próximo y a largo plazo no augura triunfos ni mucho menos crecimiento destacado. La pregunta es ¿podrá el fútbol mexicano darse cuenta que necesita hacer un cambio radical en su estructura en pro de mejorar futbolísticamente?
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Periodista deportivo 24/7, gustoso del buen fútbol y y carreras de autos, charla de todo un poco