En los Juegos Olímpicos no solo observamos el fruto al esfuerzo de cientos de atletas por años con el fin de conseguir una marca que los haga trascender a nivel mundial, sino también de aquellos que por su respeto a la vida y a los valores morales, se convierten en figuras fuera de serie. Tal como Yusra Mardini.
Nadadora siria de 23 años que comenzó representando a su país natal, el Comité Olímpico Sirio, dentro de campeonatos mundiales en pruebas como los 200m Estilo Libre. Pero que a partir del año 2016 y hasta hoy en día tiene una nueva bandera y una nueva causa por la cual luchar y competir, la del Equipo de Atletas Olímpicos Refugiados.
Siria se convierte en epicentro de la Guerra Civil a partir del año 2011, destrozando la vida de miles de personas y asfixiándolas al grado de buscar huir. Yusra pierde, a causa de esto, la casa donde ella y su familia vivían, por lo que junto con su hermana Sarah, deciden emprender un viaje que tenía un destino fijo pero muchas interrogantes en el camino.
Abandonan Siria, pasando por Líbano y Turquía, a cientos de kilómetros de “casa”, en una embarcación con capacidad de 6 a 7 personas pero con 18 a bordo, adentrándose a las aguas mediterráneas del Mar Egeo con la ilusión y esperanza de llegar a tierras más pacíficas.
Emprenden el viaje sin saber que los obstáculos podían ir más allá de lo que imaginaban, pues encontrándose en medio del mar, su embarcación falla y se detiene el motor, ese que iba cargado de sueños y anhelos. Con cada segundo que pasaba, el pequeño barco comenzaba a hundirse más y más, siendo este el momento donde la decisión que toma Yusra Mardini, entre muchas cosas más, la lleva a ser una mujer extraordinaria.
Las hermanas Mardini dan un salto al agua y comienzan a patalear, siendo en total 3 horas las que nadaron hasta llegar a Lesbos, tercera isla más grande de Grecia, ubicada en el continente europeo, salvando de esta manera no solo sus vidas, sino la de 16 personas más. Su última parada fue Berlín, en Alemania, donde reside hasta el momento.
Su travesía no ha sido nada fácil, pero una de sus grandes recompensas fue el haber sido invitada a participar en sus primeros Juegos Olímpicos en Río 2016 como parte del Equipo de Refugiados dentro de las pruebas de 100m Libre y 100m Mariposa.
Este año en Tokyo 2020 la pudimos ver nuevamente compitiendo en la prueba de 100m Mariposa el pasado 24 de julio, donde consiguió el tercer lugar dentro de su eliminatoria.
Si bien es una tristeza que este equipo exista por el hecho de que ninguna persona debería huir de su país por conflictos armados, que destruyen la vida de cualquiera, sí es una puerta de esperanza que se abre para todos aquellos que por amor a la vida y al deporte buscan seguir sus sueños a pesar de todo.
Los ojos verdes de la información deportiva. Actriz y conductora. Aficionada al Tenis y al Fútbol.
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