En 2021 se conmemoran treinta años desde que el grupo Metallica lanzó a la venta su disco más exitoso (Black Album). La situación no tiene relación con la lucha libre de no ser por una canción: Enter Sadman.
Estudiosos en áreas como la sociología, semiótica y antropología han dado sus impresiones de lo que rodea el ámbito del deporte espectáculo. Una visión llamativa es analizar los eventos como un rito. Seguir la costumbre de usar una ropa especial al acudir, realizar acciones inusuales de lo cotidiano y presentar comportamientos de la psicología colectiva.
A partir de que se empezaron a usar canciones en las entradas al ring de cada luchador se creó un reto para el ingenio. Usar el tema idóneo al personaje. The Sadman fue una estrella en la promotora estadunidense Extreme Championship Wrestling (ECW). Una crítica a las aptitudes sobre el ring lo ubica como un luchador con pocos recursos.
El carisma y dominio del público bastó para contrarrestar las limitaciones. Acompañado del icónico tema creado por Metallica; fumaba, tomaba cerveza y se golpeaba con la lata en la frente para sangrar. Un público extasiado cantaba la letra al unísono.
En la red se encuentran algunos videos que evidencian el hecho. La magia que ocasionan los aficionados para que los profesionales den lo mejor de sí. “Stone Cold” Steve Austin, considerado por muchos el luchador más importante en la historia de World Wrestling Entertainment (WWE), se basó en la rutina de The Sadman para renovarse en lo que fue el inicio de la Attitude Era.
El género del rock es recurrente. Dr Wagner Junior modificó el personaje que su padre hizo famoso: agregó colores llamativos al vestuario e integró ligeras modificaciones al diseño de la máscara. “Bad Medicine” de Bon Jovi está grabada como la señal para identificar el momento en que el polémico luchador hará su aparición. El video de la canción en Youtube muestra varios comentarios en español de aficionados que admiten familiarizarse con la música por su afición a la lucha libre.
All Elite Wrestling (AEW) busca competir al nivel de WWE. Una estrategia para crear aficionados es pagar los derechos de canciones populares para que sus integrantes las usen en los programas semanales de la marca. Jungle Boy, hijo del actor Luke Perry -conocido por su trabajo en la serie Beverly Hill 90210- emplea un one hit wonder de los años ochenta: Tarzan Boy. Su proceso de consolidación como estrella aún no se concreta. Por lo mientras, acaba de disputar el campeonato principal de la marca contra Kennny Omega en una edición especial del programa Dynamite.
Reino Unido tiene una tradición importante en la lucha. Varias estrellas de la actualidad provienen de esa zona. El escocés Grado es un tipo carismático que propone una rutina cómica en sus luchas. Verlo ingresar al ring acompañado de la voz de Madonna con “Like a prayer” es genial. No se necesita seguir a las grandes empresas del negocio para encontrar la creatividad.
Grado tuvo un breve paso por la empresa Impact Wrestling -con transmisión en México por la señal de MVS Televisión-. Con la visión de un programador experimentado, el luchador puede llegar a un público más amplio. Toda la energía de la música se pierde si la lucha es mala; de ahí el lograr un equilibrio entre deporte y espectáculo. Parte de los elementos para entender el encanto que sigue a la lucha libre.
Periodista formado en la teoría y práctica. Disfruta desde un evento de lucha libre en la calle hasta un partido de Champions.
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